GILGAMESH Prólogo al primer capítulo de la etapa escrita por Alfredo Grassi
Tanto en la historia de la literatura, como en la del comic, Gilgamesh parece poseer el don de la inmnortalidad.
Es uno de los primeros registros que se tiene de un ficcional relatado en palabra escrita. Las tablillas de arcilla en letra cuneiforme datan de más de cuatro mil años. Se podría pensar en una escritura torpe digna de una humanidad que recién comienza a elaborar nuevos sistemas comunicacionales. Sin embargo, es un poema épico de inigualable belleza y sugestividad.
Un rey con preocupaciones metafísicas dignas del siglo XVII. Escruta el Universo en busca de respuestas que calmen esa angustia existencial de la perdurabilidad de las cosas, en especial de la vida humana. En otras palabras, ese rey de Uruk llamado Gilgamesh buscaba la Inmortalidad.
Y alguien se la va a conceder.
Un ser llegado de las estrellas que será conocido bajo el difícil nombre de Utnapishtim. Si alguien hubiese escrito esto hoy, seguramente ganaría el premio “Philip K. Dick” a la mejor novela de ciencia ficción y un adelanto de un millón de dólares por los derechos de la película.
Nada de esto le ocurrió al autor. Más aún, ni siquiera quedan registros de su nombre. Pero el poema ha atrevesado los milenios, como su personaje.
Y en un rincón oscuro del Universo llamado Argentina, allá por la decada del sesenta, reaparece en forma de historieta, de la mano de dos monstruos de este arte: Lucho Olivera.
En los ochenta, comenzará una segunda etapa. Escrita por Robin Wood y vista desde otro ángulo, el histórico, la crónica de los hechos reales, ia visión de un hombre que ha sido endurecido por la Historia. Ricardo Ferrari ha sido otro de los escritores que enriquecieron a Gilgamesh, destinándolo a un planeta artificial, al cuidado de un grupo de hombres que intenta refundar una nueva Humanidad.
Pero hoy comienza una tercera etapa. Escrita por Alfredo Grassi, el recordado autor de la novela “Me tenés podrido, Argentina” y las historietas “Dick, el artillero”, “Yo, Ciborg” y “Planeta Rojo”.
Pero seguramente, ya habrán visto los dibujos. Las maravillas de Lucho Olivera están nuevamente aquí. Recorriendo un nuevo camino que no podemos adelantar. Ustedes lo irán viviendo, acompañando a Gilgamesh a través de los mundos y dimensiones que se avecinan. Pasado, presente y futuro, forman parte de un mismo plano. Al que podremos acceder con solo pasar a la página siguiente.
Abróchense los cinturones, el viaje será accidentado, pero apasionante. Un viaje hasta el mismo vórtice del Universo.
